Los hormigones convencionales vienen en diferentes composiciones químicas, granulometrías y con diferentes tipos de materias primas para darles diferentes rangos de temperatura, resistencia a compresión, conductividad térmica etc.
Generalmente son productos que tienen menor fortaleza física que los bajo cementos pero siguen existiendo muchas aplicaciones para este tipo de hormigones. Generalmente se usan hormigones de más alto tenor de alúmina para aplicaciones de mayor choque térmico o abrasión.
Estos productos forman una fuerte liga hidráulica la cual se convierte a partir de 950 C en liga cerámica. Generalmente pierden algo de fortaleza en rangos de temperatura >700 C cuando la liga hidráulica se empieza a debilitar y la liga cerámica no está hecha todavía. Este efecto se puede contrarrestar con granulometría y aditivos hasta cierto nivel.
Adicionalmente sugerimos para aplicaciones en estos rangos de temperatura y en aplicaciones que requieren alta resistencia a la flexión y compresión el uso de agujas metálicas las cuales hasta duplican la fortaleza del hormigón.