Estos hormigones son de liga química y solo requieren de secado y pueden después calentarse con gradientes muy grandes hasta llegar a la temperatura de aplicación ya que no tienen agua química ligada la cual impide en el caso de los hormigones tradicionales y bajos cementos el calentamiento rápido.
En pocas horas después del secado a 110 C se logra llegar a temperatura de aplicación, ahorrando así al usuario pérdida de tiempo y permitiendo que el equipo pueda entrar a operar más rápidamente.
Estos productos tienen buena resistencia a la abrasión con menores a 10 cc, excelente resistencia al choque térmico, ataque químico como ácido sulfúrico, ataque alcalino y excelente adherencia a metal y refractarios.
Es ideal también para reparaciones ya que no requiere de anclajes y pega sobre el refractario existente una vez que este esté limpio. No requiere anclajes en este tipo de reparaciones de mantenimiento.